jueves, mayo 31, 2007

Así NO se vota en Euskadi

El fin de semana pasado tuvo lugar aquí en España esa pantomima triste con la que los tiranos pretenden legitimar su tiranía, es decir, elecciones. Como es lógico no fui a votar y tampoco seguí el desarrollo de las elecciones ni su resultado ¿alguien dudaba que iba a ser más de lo mismo? En todo caso tuve la ocasión de ver, vía menéame, el siguiente video que me gustaría comentar:



Bien, en primer lugar el hecho obvio de la manipulación. No hay que ser muy sagaz para darse cuenta de ella pero como nos llevan engañando desde la más tierna infancia quizás haya pasado desapercibido: se da la noticia de manifestaciones en los colegios electorales y a continuación, sin solución de continuidad, se da la noticia de ataques con cócteles molotov en algunos edificios gubernativos. El incauto espectador asocia un hecho al otro y establece, consciente o inconscientemente, que los de las pancartas son los de los cócteles... Sin más ni más y como quien no quiere la cosa establecen una relación causal entre un hecho y el otro que el espectador se tragará sin rechistar. No nos sorprende y todos sabemos como funciona esto de la democracia... ¿o no?

Pero lo importante es la segunda cuestión y tiene que ver con el uso de la violencia en las democracias occidentales. La razón por la que esas personas protestan es la siguiente: el partido al que les gustaría votar lo han ilegalizado. Claro, que como la democracia española es una democracia "hecha y derecha" (más derecha que hecha para que nos vamos a engañar) alguna razón habrá ¿no? Pues claro hombre no te asustes: el partido ilegalizado ANV es un partido nacionalista vasco que simpatiza con la izquierda abertzale, como esta izquierda nacionalista es "del entorno" de ETA, el partido ANV queda ilegalizado ipso facto... nada más lógico. Estas personas lo que hacen es manifestar su indignación contra la decisión "democrática" en cuestión. Por cierto y antes de seguir, eso de pertenecer al "entorno de" me lo tienen que explicar es como si digo que un marroquí pertenece al "entorno de" Al Quaeda o que un europeo pertenece al "entorno de" George Bush: una buena excusa para azuzar fanatismos y decisiones totalitarias sin ninguna justificación racional. Pero bueno, ya sabemos como funciona la democracia así que voy a continuar.

Como cualquier lector de este blog e incluso de este post se habrá dado cuenta yo no votaría al ANV ni borracho, ni al PP ni al PSOE ni a nadie, vamos. El ANV es un partido comunista y nacionalista y a mi me vale uno solo de esos rasgos para deplorar la ideología de un partido político pero esa no es la cuestión. No creo ni en el sistema democrático ni en el partido este pero, eso no hace que me deje indiferente su ilegalización. La ilegalización de cualquier persona o grupo me parece un atropello comulgue o no con mi ideología. Así que he de dejar claro que no simpatizo con el ANV como partido pero sí simpatizo con sus militantes como víctimas de una injusticia.

Y ahora la reflexión final ¿cómo ejerce la violencia la democracia? Porque vemos en el video que los "demócratas" que van a votar a partidos que ilegalizan a otros partidos son si no víctimas de la violencia sí, al menos, violentados por los que protestan (a nadie le gusta ir a votar mientras le recuerdan que es un fascista para qué nos vamos a engañar); de este modo el que prohíbe a 200.000 vascos votar aparece no como verdugo sino como inocente víctima ¿cómo lo han conseguido? De la siguiente manera: existen dos tipos de violencia, una violencia explícita y fácilmente visualizable y otra implícita que es más difícil de percibir. Ambas son violencia y ambas pueden llegar hasta el aniquilamiento de una persona pero estos dos tipos de violencia no tienen la misma rentabilidad mediática. Lo voy a explicar con un ejemplo: imaginemos que llevo a alguien en mi coche por una carretera a 80 Km/h aproximadamente, en esta situación mi acompañante me pide que le deje bajar y yo le digo que no, que si quiere bajar que lo haga pero que yo no pienso parar; mi compañero sintiéndose preso me golpea o tira del freno de mano. En este ejemplo yo estoy ejerciendo violencia contra mi acompañante y finalmente mi acompañante sobre mi, negarle a alguien el derecho a bajarse del coche es violencia implícita, golpear a una persona es violencia explícita.
La democracia al poseer un poder omnímodo se puede permitir usar tácticas de violencia de baja intensidad (implícita) como la de prohibir a cientos de miles de vascos ejercer su derecho al voto: no necesitan gases lacrimógenos, ni milicos, ni siquiera meter en la trena a nadie; basta con algo tan sencillo como no llevar las papeletas de un partido a los colegios electorales. Ante esta violencia implícita pero igualmente totalitaria ¿qué puede hacer el individuo aislado? Protestar con claridad y rotundidad como por ejemplo, ir a los colegios electorales a manifestar su descontento. Sin ejercer una violencia excesiva, sólo con gritos y pancartas, ya generan una situación con más salida mediática que la verdadera violencia generada por el cuerpo del Estado. Y así las víctimas de la ilegalización aparecen fanáticos liberticidas y los verdugos como padres de familia acosados cuando ellos solamente van a votar tan pacíficos.
Y vivieron felices y comieron perdices.

Sé feliz