jueves, abril 10, 2008

Al amanecer, cuando de mala gana y perezosamente despiertes


Al amanecer, cuando de mala gana y perezosamente despiertes, acuda puntual a ti este pensamiento: "Despierto para cumplir una tarea propia de hombre." ¿Voy, pues, a seguir disgustado, si me encamino a hacer aquella tarea que justifica mi existencia y para la cual he sido traído al mundo? ¿O es que he sido formado para calentarme, reclinado entre pequeños cobertores? "Pero eso es más agradable." ¿Has nacido, pues, para deleitarte? Y, en suma, ¿has nacido para la pasividad o para la actividad? ¿No ves que los arbustos, los pajarillos, las hormigas, las arañas, las abejas, cumplen su función propia, contribuyendo por su cuenta al orden del mundo? Y tú entonces, ¿rehúsas hacer lo que es propio del hombre? ¿No persigues con ahínco lo que está de acuerdo con tu naturaleza?

Marco Aurelio; Meditaciones; libro V párrafo 1


Otros fragmentos de Marco Aurelio en este blog